En el mejor momento de Senor, que usaba el nombre de una prestigiosa
empresa fabricante de máquinas agrícolas santafesina, desaparecida mucho
antes, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, hizo subir a un
“prototipo” de cosechadora, en la explanada de la Casa Rosada en Buenos
Aires, a la presidenta de la nación.
El juez Portela dispuso la quiebra de Senor, que está investigada por defraudación en que habrían incurrido los empresarios y por la responsabilidad de funcionarios del gobierno entrerriano que deberían haber controlado los créditos, según publica AIMdigital.
Los empresarios Ricardo Senor, padre e hijo, y Sergio Scravaglieri, deben alrededor de siete millones de pesos al estado provincial, en total 10 millones suamando las deudas con otros proveedores.
El Fondo de Inversiones de Entre Ríos reclama 6.052.707 pesos y la Afip 778 mil; mientras la Administradora Tributaria de Entre Ríos (Ater), va por 250.000 pesos.
La empresa, que parece dispuesta a perder uno solo de los muchos pesos que cosechó, no pagó el alquiler del galpón en el puerto uruguayense, una deuda de 56.000 pesos.
Sobre Senor pesa también un embargo de bienes, tanto en Concepción del Uruguay como en Córdoba, pedido por Daniel Huarte, fabricante de las partes de la carrocería de la cosetrucha, pagadas con cheques sin fondos.
La presidenta Cristina Fernández se subió en su momento a un prototipo de cosechadora llamada sintómáticamente Maag Mitos, que fue lo que apareció poco después en Angola.
Fuente: Infocampo
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